Mi amiga Amber y yo nos embarcamos en una caminata de seis días por la Cordillera de los Andes. El viaje se desarrolló entre la localidad de Cafayate y el remoto caserío de Guasamayo Jasimana en la provincia de Salta, Noroeste argentino. Con una distancia total de aproximadamente 55 kilómetros (34 millas), esta caminata fue la expedición de nuestra vida, caracterizada por empinados ascensos y descensos, impresionantes valles y paisajes impresionantes.
El punto de partida estaba a 5 kilómetros (3 millas) de Cafayate, a una altitud de 2000 metros (6560 pies) sobre el nivel del mar. Los primeros tres días estuvieron marcados por fuertes subidas, donde cada paso parecía conducir a una elevación aún mayor. Avanzando por el terreno accidentado fuimos recompensados con vistas panorámicas que parecían extenderse infinitamente.
Uno de los momentos culminantes de este increíble viaje fue el momento en que alcanzamos una altitud de 4350 metros (14270 pies) sobre el nivel del mar. La vista desde este pico era espectacular y ofrecía un panorama impresionante de las montañas y valles circundantes.
Las características definitorias de esta caminata fue su naturaleza autosostenida. Al llevar todo lo necesario, desde tiendas de campaña hasta sacos de dormir, comida, estufas, mapas y agua en abundancia, éramos totalmente autosuficientes. Esto no sólo añadió una capa adicional de desafío sino que también fomentó una conexión profunda con el entorno natural.
A medida que nuestro viaje continuaba, pudimos contemplar algunos de los valles más hermosos de los Andes. Estos valles exudaban un aire de tranquilidad y serenidad. Cada paso traía consigo una nueva revelación, a medida que el paisaje cambiaba de escarpados acantilados a arroyos de aguas cristalinas.
Después de 3 días de caminata sin ver un alma, y al descender a uno de esos valles, se vislumbraron pequeños asentamientos. Las personas que encontramos fueron acogedoras y la cálida recepción y la hospitalidad genuina que nos brindaron se convirtieron en un punto culminante inolvidable de nuestra caminata, dejando una impresión duradera en nuestros corazones.
La caminata de seis días por la Cordillera de los Andes, desde Cafayate hasta Guasamayo Jasimana, fue una experiencia transformadora que quedará grabada para siempre en nuestra memoria. Desde las subidas hasta las impresionantes vistas y las personas que encontramos, cada momento fue un testimonio del espíritu de aventura. Esto no fue simplemente un desafío físico, sino un viaje profundo al corazón de la grandeza de la naturaleza.
Gilles.
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